Carta del Editor
El valor de la credibilidad
En un mundo cada vez más interconectado y donde resulta tan fácil encontrar información sobre temas muy variados, es importante tener clara la diferencia entre lo que tiene valor y es creíble, y lo que representa una opinión o una información incierta. La credibilidad tiene dos grandes fundamentos que son la confianza y el conocimiento, y contempla algunos aspectos como la honestidad.
Recuerdo bien una conferencia a la que asistí en Alemania a fines de la década de 1970. El expositor era Georges Kohler, quien desarrolló los anticuerpos monoclonales, por lo que recibió después el Premio Nobel. Al finalizar, alguien le hizo una pregunta muy larga, dando la impresión de que solo quería decir todo lo que sabía, citando varios estudios hasta con números de páginas. Kohler respondió que no podía opinar porque no conocía esos artículos, pero que los podría revisar con gusto. El aplauso inmediato fue grande. Él ya era una persona reconocida y, con esa humilde y honesta respuesta, su credibilidad aumentó.
En este tiempo de pandemia surge numerosa información médica y sobre salud, muy seria, buena y bien preparada. Sin embargo, por otro lado, hay también mucha desinformación, creada con datos faltos, incompletos y sin fundamentos científicos, técnicos ni epidemiológicos válidos. Algunas veces, inclusive, hay motivaciones políticas o económicas y, otras, solo existe la intención de figurar. Contra las noticias falsas o fake news –que saturan las redes sociales– no hay otra opción que hacer el esfuerzo por distinguir con cuidado lo que tiene valor y puede ser cierto de lo que es falso, puramente especulativo o que solo sirve a fines personales.
En el servicio médico, la credibilidad incluye también la confidencialidad, la ética y la lealtad a la profesión y al esfuerzo íntegro por la búsqueda de claridad, para así generar seguridad. A esto se debe agregar solidaridad y consideración a los demás. En ese sentido y como tema puntual al que debemos dar credibilidad, está la tan repetida sugerencia, para proteger a la población en general, de respetar el distanciamiento social, de usar mascarillas eficientes y de lavarnos las manos oportunamente. Se trata de indicaciones probadas, que sirven y que deben merecer toda la atención.
Incluimos en este número de Galenus distintos artículos importantes. Varios destacan la importancia de la salud mental en esta época y otros tratan asuntos relevantes de oncología, de cardiología, de dermatología y de epidemiología, entre otros. Esperamos que los disfruten y que merezcan credibilidad, ya que han sido preparados con el criterio que nos guía siempre: el de compartir para progresar.
¡Saludos, amigos!